Sheinbaum presiona a empresarios para reducir consumo chino

12.02.2025

El gobierno de México, encabezado por Claudia Sheinbaum, ha comenzado a presionar a los empresarios para reducir la dependencia de productos chinos y fortalecer la producción local. Esto responde a la amenaza de Donald Trump de imponer un arancel del 25% a las importaciones mexicanas, lo que podría afectar gravemente la competitividad del país en el mercado estadounidense.

Como parte de esta estrategia, se han establecido mesas de trabajo en Washington y reuniones con el sector empresarial para buscar alternativas de proveeduría. La meta es que las empresas nacionales aumenten su producción y puedan cubrir hasta el 50% de la demanda interna, además de fortalecer sectores clave como el automotriz, aeroespacial, electrónico, semiconductores, farmacéutico y químico.

¿Cómo puede impactar esto en las importaciones y exportaciones?Este cambio de enfoque podría generar tanto oportunidades como desafíos para quienes se dedican al comercio

internacional:

Oportunidades de negocio: La reducción de importaciones chinas abre espacio para que empresas mexicanas amplíen su participación en el mercado interno. También se fortalecerían las cadenas de suministro dentro de Norteamérica, lo que podría generar nuevos acuerdos comerciales.

Retos para los importadores: Las empresas que dependen de insumos chinos podrían enfrentar costos más altos y dificultades para encontrar proveedores locales con la misma capacidad de producción y calidad.

Tendencia hacia la regionalización: La medida de Sheinbaum podría ser el inicio de una reconfiguración en el comercio exterior de México, orientándolo más hacia socios como EE.UU. y Canadá, y reduciendo la dependencia de Asia.

Impacto en precios: En el corto plazo, es posible que algunos productos aumenten de precio debido a la reestructuración de las cadenas de suministro. Sin embargo, si la producción local se fortalece, los costos podrían estabilizarse a mediano y largo plazo.

Adaptación a nuevas reglas: Las empresas deben estar atentas a cambios en políticas comerciales y arancelarias, tanto en México como en EE.UU., ya que cualquier modificación podría alterar sus costos y estrategias de importación y exportación.

En conclusión, la estrategia del gobierno mexicano para reducir la dependencia de China podría transformar la dinámica del comercio exterior del país. Aunque representa un reto para algunos sectores, también abre la puerta a fortalecer la industria local y reducir la vulnerabilidad ante cambios en la política internacional. Las empresas que logren adaptarse a esta nueva realidad podrían encontrar grandes oportunidades en un mercado que busca mayor integración regional.